domingo, 18 de abril de 2010

Sobre la Relación entre Religión y Ciencia

Sobre la relación entre religión y ciencia


El presente extracto proviene de un libro de divulgación científica, escrito originalmente desde una perspectiva cristiana, que no pretende atacar a la Biblia sino analizar los argumentos de los cristianos fundamentalistas que defienden la doctrina de la infalibilidad bíblica, según la cual, una lectura literal de la Biblia, ajena al lenguaje y al contexto histórico y cultural en que fue escrita, constituye una verdad incuestionable y científicamente exacta.

Agrego al final, un video que muestra la relación del Islam con la ciencia


LA INTELIGENCIA: ¿UN DON DE DIOS O UN ERROR DE LA EVOLUCIÓN?

Antes de entrar en materia, quiero dejar sentado que me molesta la forma despectiva como muchos líderes Cristianos se refieren a los miles de personas que, a través de la historia, han dedicado su vida a y han hecho sus mayores esfuerzos por aumentar el conocimiento de la raza humana para beneficio general, muchos de ellos creyentes monoteístas. Que su trabajo no siempre haya sido desinteresado ni sus intereses prístinos, no obvia el hecho de que cada cosa que disfrutamos hoy día en nuestra sociedad urbana occidental lo debemos en buena parte a ellos, al trabajo que se han tomado de pensar y construir un mundo que, acertada o equivocadamente, pero contundentemente, han considerado mejor para todos nosotros. Por ello, quiero en primer lugar declarar mi profunda admiración y respeto por todos los hombres y mujeres de ciencia en la historia de la humanidad (es decir, por todos aquellos que han tenido por norte la búsqueda de la verdad), aún por aquellos que han estado equivocados pero no han cejado en su intento por desvelar los secretos del universo y del hombre, incluidos (y muy especialmente) aquellos que en el anonimato han hecho su aporte para el avance del conocimiento.

“Sólo se comprende todo el bien con el intelecto. No hay modo de vida (o Religión verdadera) para quien no tiene intelecto”, Mujámmad. [1]

La ciencia no es un movimiento antirreligioso que busca desvirtuar la palabra sagrada. La ciencia es una antiquísima actividad desarrollada por el hombre en su necesidad insaciable de encontrar respuestas.

“El alma sin ciencia no es buena, y aquel que se apresura con los pies, peca”, Proverbios 19:2.

Ahora bien, en este libro me refiero a la ciencia moderna como la conocemos en la sociedad occidental, es decir, la ciencia surgida a partir del Renacimiento y consolidada durante la Ilustración, que es la misma a la que se refieren los Cristianos creacionistas cuyos argumentos analizo aquí, y que está cimentada en el ideario liberal burgués que triunfó en la Revolución Francesa. Sin embargo, es importante anotar que esta no es la única forma de ciencia que existe, y que de hecho los científicos occidentales hoy día aceptan y estudian las ciencias de diferentes culturas y pueblos, como los pueblos indígenas americanos, que tienen una forma muy distinta de ver el mundo y de considerar y desarrollar la ciencia. También debo aclarar que al hablar de conocimiento, no me refiero sólo a la acumulación de información ni sólo al saber académico.

“El verdadero conocimiento no significa obtener un título o diploma que permiten ganar un sueldo y garantizan un buen nivel de vida, después del cual se deja de estudiar y no se continúa explorando el tesoro del conocimiento; el verdadero saber significa continuar leyendo y estudiando, aumentando el conocimiento día a día, de acuerdo con las palabras del Corán: «Di, ¡oh Señor mío! Acrecienta mi conocimiento»”, Sura 20:114. [2]

Más que llenar el cerebro con datos, adquirir conocimiento implica despertar conciencia, y esto necesariamente incluye poner en práctica lo que se aprende, aprender también en la práctica, y enseñar a través del ejemplo.



CIENCIA: ¿AVANCE O DESPERDICIO?

Un Cristiano afirma en el foro de Internet que motivó la escritura de este libro:

“La ciencia ha avanzado enormemente estos últimos años, gracias a que se le ha invertido muchísimo dinero para desarrollar nuevas investigaciones, proyectos, estudios, etc. Infortunadamente, la mayoría de estos avances en la ciencia han sido sólo para atacar a la Poderosísima Palabra de Dios y tristemente lo que han venido descubriendo son cosas que ya habían sido declaradas en la Biblia. Ahora mi pregunta: ¿Este dinero que se ha invertido tratando de negar la palabra de Dios ha sido un total desperdicio?”

La contradicción en estas palabras es obvia. Si se afirma que la ciencia ha avanzado enormemente, no puede afirmarse a la vez que se han desperdiciado el tiempo y el dinero invertidos. La ciencia no se ha dedicado simplemente a tratar de desprestigiar a la Biblia o cosa similar. Por el contrario, la mayoría de los hombres de ciencia de la historia han sido religiosos. No olvidemos que durante la edad media, mientras el mundo Cristiano vivía el oscurantismo, [3] no faltaron monjes que aprovecharon el monopolio del conocimiento que ostentaba la Iglesia, dueña de los pocos libros existentes en Europa, y se dedicaron a reflexionar sobre temas científicos, a leer e investigar. Y por supuesto, a copiar, guardar y estudiar los documentos antiguos que habían sido rechazados y destruidos por la propia Iglesia a fin de evitar cualquier cuestionamiento a sus dogmas. En particular, recuperaron los trabajos de los antiguos griegos, considerados herejía en occidente, pero que se conseguían en árabe gracias a que los Musulmanes los habían rescatado, pues no los consideraban contrarios a su religión. En efecto, los Musulmanes tradujeron del griego al árabe las obras del médico griego Galeno, el filósofo macedonio Aristóteles y el médico griego Discórides, así como de otros eruditos, entre los siglos VIII y IX. Así, se consolidó el sistema de Galeno en la medicina Islámica y, en consecuencia, en la medicina occidental que dependía de ella.

A diferencia de occidente, donde sólo unos pocos monjes transcribían libros, que permanecían en su mayor parte en los monasterios, en el mundo islámico miles de escribas (en gran parte mujeres) transcribían libros y los distribuían por todo el imperio. Cuando el imperio del Islam llegó a China, los Musulmanes descubrieron el papel y decidieron utilizarlo en la fabricación de libros, lo que ayudó a que éstos tuvieran un menor costo. En las grandes ciudades del mundo islámico podían encontrarse calles enteras de librerías con estanterías repletas de grandes obras científicas, literarias y filosóficas, lo que seguiría siendo un sueño de unos pocos en Europa durante varios siglos más. De modo que aunque los Musulmanes no contaban con la imprenta, había una abundante oferta de libros, a niveles que occidente sólo conoció después del invento de Gutenberg. Gracias a esto, y al puente de comunicación que la España islámica significó entre oriente y occidente, los intelectuales occidentales pudieron conocer no sólo las obras de los antiguos filósofos y sabios de Grecia, India y Persia, sino los avances que sobre este conocimiento desarrollaron los estudiosos del imperio islámico. La traducción sistemática del árabe al latín de las obras médicas griegas y árabes más importantes, tuvo su epicentro en Toledo [4] en el siglo XII, y gracias a esto, durante ese siglo se inició el auge de la medicina medieval occidental.

El desarrollo de todas las ciencias en el mundo del Islam, principalmente en el Bayt al-Hikma o Casa de la Sabiduría, en Bagdad, hizo del Islam el imperio de mayor avance científico y tecnológico en el mundo. El sistema decimal y los números arábigos en uso hoy día (ideados en India pero adoptados y desarrollados por el Islam), aparecieron en el siglo IX, pero este enorme avance no fue conocido en occidente hasta el siglo XII, gracias a una traducción del árabe al latín. En definitiva, sin la búsqueda del conocimiento promovida y realizada por el Islam, que rescató, amplió y mejoró el conocimiento científico de Grecia, Persia e India, y la posterior apropiación de ese conocimiento por parte de monjes Cristianos, hoy día seguiríamos sosteniendo que la Tierra es plana y que es el centro del universo alrededor del cual giran todos los astros, como promulgaba el Cristianismo en el medioevo (no olvidemos que en el siglo XVII la Iglesia Católica Romana prohibió cualquier mención al sistema de Copérnico y condenó a Galileo Galilei por decir que la Tierra se movía).

En efecto, la ciencia española se inicia en el siglo XI con la gran escuela astronómica de Toledo encabezada por al-Zarqal-luh [5] y el posterior movimiento de traducción científica del árabe al latín promovida por el arzobispo católico Raimundo de Toledo. El acervo científico y cultural que los eruditos Musulmanes habían acumulado principalmente en Bagdad, fue transmitido a la España Musulmana (Al-Ándalus), [6] de modo que Córdoba se convirtió en la heredera científica y cultural de Bagdad, donde florecientes círculos de estudiosos e intelectuales Judíos, Cristianos y Musulmanes acrecentaron este conocimiento. Gracias al equipo de traductores de Toledo, esta ciudad se convirtió en el centro cultural más desarrollado de Europa en ese momento, lo que atrajo a múltiples personalidades de la ciencia y la cultura europeas hacia allí en los siglos XIII y XIV. [7]

Ya en el siglo XV, la unión de los reinos de Aragón y Castilla y la posterior anexión de los reinos de Granada y de Navarra, concentró en un solo reino la riqueza y la herencia cultural y científica de Al-Ándalus y de los posteriores trabajos realizados en Córdoba y Toledo. Los viajes de Colón fueron posibles gracias a la utilización de instrumentos de cálculo y navegación como el cuadrante y el astrolabio, desarrollados cuatro siglos antes por los astrónomos Musulmanes, quienes además conocían la esfericidad de la Tierra. [9] Más aún, un mapa del cartógrafo turco Musulmán Pir Mujiuddín Raís, que data de 1512, muestra que los exploradores Musulmanes recorrieron la costa de la Patagonia Argentina tiempo antes que Magallanes realizara su viaje alrededor del globo. [10] Lastimosamente, la unión de casi toda la península Ibérica bajo un solo monarca, consolidó la matanza y expulsión de los Musulmanes, desarrollada de forma paulatina durante toda la reconquista Cristiana, así como la matanza y expulsión de los Judíos (iniciada en Sevilla a fines del siglo XIV) y de los Cristianos no católicos, lo que significó el fin del trabajo conjunto multicultural que tantos aportes le hizo a la Iberia medieval. Por esto, durante los siglos XVI y XVII a la monarquía española se la conoció también como la monarquía católica, ya que una de sus principales razones de ser residió en la defensa brutal de la ortodoxia católica frente al protestantismo y toda otra religión en la península Ibérica, y por supuesto, la imposición del catolicismo a fuego y espada a los pueblos nativos de América. [12]

Mientras la Iglesia Católica Romana temía que el trabajo de los científicos pudiera derrumbar los preceptos teológicos y doctrinales en los que basaba su poder económico y político, los reinos Musulmanes estaban ávidos de conocimiento, alentados por las palabras del propio Profeta del Islam: “La búsqueda del conocimiento es un deber para todo Musulmán”, Mujámmad. [13] La profunda influencia de la ciencia islámica en la Europa medieval, y el trabajo conjunto de Musulmanes, Judíos y Cristianos en todo el imperio del Islam y en la Toledo cristiana, fueron fundamentales para que se fueran cocinando poco a poco las condiciones necesarias para el surgimiento de la Ilustración. [14]

Así que, como dije antes, no necesariamente la ciencia y la Religión deben estar divorciadas. [15] Aquí va una aclaración importante (en especial para los Cristianos que alegan que “la religión es muerte, sólo Cristo es vida”). Al hablar de Religión no me refiero a idolatría, a un sistema de dogmas o de mitos o a un conjunto de rituales, ni mucho menos a la sumisión a unas autoridades eclesiásticas, ni siquiera a la mera creencia en Dios o en lo sobrenatural. En este libro escribo religión en minúscula para referirme a un sistema doctrinal y de culto, y escribo Religión con mayúscula cuando hablo de una forma de vida, un caminar consciente, tanto del plano material como del espiritual, con la guía de la palabra de Dios. Religión es el esfuerzo por seguir el camino recto trazado por los Profetas, según se desprende de los mismos libros sagrados en estas citas:
  • “Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, ese es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural; él se considera a sí mismo y se va, y pronto olvida cómo era. Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace. Si alguno se cree religioso entre vosotros, pero no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mancha delante de Dios el Padre es esta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo”, Santiago 1:22-27.
  • “No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, a la cual yo os conduzco; ni andaréis en sus estatutos. Mis derechos pondréis por obra, y mis estatutos guardaréis, andando en ellos: Yo Jehová vuestro Dios”, Levítico 18:3-4.
  • “Los beduinos dicen: «Hemos llegado a creer». Diles, Oh Mujámmad: «No habéis llegado aún a creer; decid, más bien: ‘Nos hemos sometido externamente’ —pues la verdadera fe no ha entrado aún en vuestros corazones. Pero si obedecéis realmente a Dios y a Su Enviado, Él no dejará que se pierda nada de vuestras obras: pues, ciertamente, Dios es indulgente, dispensador de gracia». Sabed que los verdaderos creyentes son sólo aquellos que han llegado a creer en Dios y en Su Enviado y han dejado atrás toda duda, y que se esfuerzan por la causa de Dios con sus bienes y sus personas: ¡ésos, precisamente, son los veraces!”, Sura 49:14-15.
Retomando el tema, la ciencia ha sido desarrollada en gran medida por hombres de fe. De forma que pensar en los científicos como un grupo de gruñones que conspiran día y noche contra los creyentes, es cuando menos infantil. Aún hoy muchos científicos son, si no religiosos o seguidores de alguna doctrina, personas con la convicción de que existe un Ser Supremo. No podemos olvidar que el precepto de la ciencia no es demostrar o negar la existencia de Dios, sino descubrir los mecanismos por los cuales funciona el universo, y en segunda instancia, encontrar aplicaciones prácticas al conocimiento adquirido para beneficio de la humanidad (o del mercado).

La ciencia ha hecho incontables descubrimientos que no se encuentran en la Biblia ni en ningún otro escrito sagrado, aumentando de forma notoria el conocimiento de la humanidad. Aún si la Biblia fuera científicamente correcta, la ciencia ha hecho mucho más que sólo “descubrir lo que ya estaba escrito”, y el conocimiento que a esta fecha ha sido adquirido por la vía científica, no cabría en un libro del tamaño de la Biblia, ni en una biblioteca del tamaño de la legendaria biblioteca de Alejandría. Para entendernos, daré como definición de ciencia la siguiente, tomada de Encarta:

Ciencia (en latín scientia, de scire, “conocer”), término que en su sentido más amplio se emplea para referirse al conocimiento sistematizado en cualquier campo, pero que suele aplicarse sobre todo a la organización de la experiencia sensorial objetivamente verificable. La búsqueda de conocimiento en ese contexto se conoce como “ciencia pura”, para distinguirla de la “ciencia aplicada” —la búsqueda de usos prácticos del conocimiento científico— y de la tecnología, a través de la cual se llevan a cabo las aplicaciones.
Debido a que hoy día muchos emplean la expresión “científicamente demostrado” con extrema ligereza para referirse a cosas que se dan por supuestas, para imponer la idea de que algo es verdadero aunque su veracidad no sea comprobable, para convencer a la gente respecto a las bondades “demostradas” de un producto y promover así su consumo, o para reforzar la débil fe de aquellos que requieren tanto milagros como pruebas científicas frecuentes para no renunciar a sus creencias, es importante recalcar que el hecho de que un experimento dé un resultado en apariencia definitivo, no demuestra científicamente nada. Por ejemplo, los “experimentos” que se llevan a cabo en el famoso programa Mythbusters (Cazadores de Mitos) de Discovery Channel, no implican demostraciones científicas de las conclusiones a las que llegan los conductores del programa.

Las dos principales características de la ciencia son su rigurosidad y la reproducibilidad de sus resultados. La primera se refiere a que para hacer ciencia es necesario aplicar de modo riguroso el Método Científico, desarrollado y aplicado precisamente en la Casa de la Sabiduría, en Bagdad, y definido en occidente siglos después por el filósofo, ensayista, abogado y canciller anglicano inglés Francis Bacon, [16] método que hoy tiene diferentes variantes que pueden resumirse en esta definición:

“Proceso de conocimiento caracterizado por el uso constante e irrestricto de la capacidad crítica de la razón, que busca establecer la explicación de un fenómeno ateniéndose a lo previamente conocido, resultando una explicación plenamente congruente con los datos de la observación”. [17]

La segunda se refiere a que todo resultado obtenido en una investigación científica puede ser corroborado por otro investigador en cualquier momento y lugar, con sólo repetir dicha investigación. Por ejemplo: si un científico realiza un experimento en un laboratorio en Francia y obtiene como resultado unos datos cuya media estadística indica que el mercurio es causante de mutaciones genéticas, 20 años después otro científico en su laboratorio de Japón, al repetir el mismo experimento según los datos publicados por el primer científico, debe obtener una media estadística igual o muy cercana a la obtenida inicialmente (sin importar si el primer investigador era Cristiano y el segundo Budista, o si el primero ya murió). Si no es así, la primera investigación es puesta en duda y es necesario que otros científicos corroboren su validez. Si se determina que los datos de la primera investigación son correctos, se pone en duda la segunda investigación. En cualquier caso, es importante establecer dónde estuvo el error, porque también de los errores se aprende. Por ello la rigurosidad: el científico debe anotar y publicar con detalle sus experimentos o sus razonamientos, de forma que otros científicos puedan corroborarlos y cuestionarlos. Aún en el caso de trabajos teóricos, el científico debe publicar la metodología lógica empleada y cómo obtuvo sus resultados, de modo que otros científicos pueden adherirse a sus conclusiones o atacarlas, hasta que dicho trabajo sea aceptado o rechazado, o se llegue a algún consenso. El sólo proceso de publicación es bastante riguroso, las revistas científicas reconocidas hacen que otros científicos que no tengan relación alguna con el trabajo a publicar, lo revisen y den opiniones sobre la validez de la metodología utilizada y la forma como está expuesto el trabajo y sus resultados. De esta forma, muchos trabajos son rechazados, y aún los publicados pueden haber pasado por múltiples revisiones y correcciones antes de llegar a aparecer en la revista, de ahí la importancia que se le da a la publicación de artículos científicos en revistas reconocidas. Por otro lado, no basta con repetir un experimento una y otra vez con los mismos resultados. Diferentes análisis y experiencias realizados de diversas formas por distintos equipos y con metodologías variadas, que estén apuntando hacia el mismo objetivo, deben producir resultados que se apoyen entre sí, y sólo así puede decirse que el resultado ha sido demostrado de forma científica. Por ello, un solo experimento no puede demostrar nada, sólo da indicios que cobran fuerza en la medida en que sean reafirmados por otros experimentos. [18]

Ningún científico tiene una verdad revelada, y hasta el más reconocido debe demostrar sus planteamientos y convencer a la comunidad científica de sus conclusiones, antes de ser tomado en serio. [19] El trabajo científico, además, es independiente al credo religioso. Es decir, un científico puede tener su religión y su creencia en Dios, pero ésta no es requisito ni impedimento para que pueda ejercer la ciencia, ni para que pueda corroborar sus descubrimientos con gentes de otros credos. De hecho, muchos equipos de investigación científica hoy día están conformados por gentes de diversas nacionalidades, culturas y creencias religiosas. Esa es la mayor diferencia con los que se dicen científicos del creacionismo: la única forma de ser científico del creacionismo (o del diseño inteligente) es creer en Cristo y someterse a lo escrito en la Biblia. A diferencia de lo que ocurrió en Bagdad, luego en Córdoba y más tarde en Toledo, la sola idea de un trabajo mancomunado entre Cristianos, Judíos y Musulmanes, es una afrenta y una blasfemia para los “científicos” del diseño inteligente. Entonces, los no-Cristianos no pueden ejercer esta “ciencia”. De hecho, el trabajo dentro del creacionismo llega a ser tan discriminatorio, que no sólo un creacionista Musulmán no podría trabajar en un grupo de estudio creacionista Cristiano, por partir del Corán y no de la Biblia para sus proposiciones, sino que los creacionistas Cristianos de líneas liberales no tienen cabida en grupos de investigadores Cristianos más ortodoxos, y los creacionistas Cristianos de Tierra antigua no pueden trabajar con grupos de creacionistas Cristianos de Tierra joven. Por supuesto, si durante una investigación un Cristiano creacionista de tierra joven pone en duda sus creencias y se convence de que los Cristianos creacionistas de tierra antigua tienen razón, será expulsado de su grupo de investigación y sus conclusiones serán tomadas por erróneas y hasta herejes. Por el contrario, en los grupos de investigación científica, es normal que un científico llegue a conclusiones que pongan en entredicho sus propias convicciones, y esto no lo convierte en un “traidor a la causa”, sino que lo obliga a verificar su trabajo y a tomar nuevos rumbos en su investigación. Muchos de los grandes descubrimientos se han hecho precisamente cuando los científicos se han topado con sorpresas que los han obligado a abandonar sus anteriores tesis y a generar ideas nuevas.

El sistema de autorregulación y autocuestionamiento de la comunidad científica no es perfecto, estamos hablando de seres humanos y en la investigación científica pueden mediar intereses económicos, políticos y religiosos; pero al haber diferentes especialistas de diversas nacionalidades, ideologías y credos, trabajando en varias ramas de la ciencia que pueden girar alrededor de unos mismos temas, no es fácil mantener una falsa teoría por mucho tiempo. En cambio, como veremos a lo largo de este libro, muchos de los argumentos de gran parte de los Cristianos creacionistas han sido desmentidos ampliamente no sólo por la ciencia sino por otros Cristianos creacionistas, y aún así, esos argumentos siguen siendo defendidos a ojo cerrado por quienes se llaman “científicos” del creacionismo.

Gracias al avance de las nuevas tecnologías y a la conciencia de la comunidad científica que es cada vez más cuidadosa y escéptica en cuanto a “grandes hallazgos”, hoy día es más difícil (pero no imposible) engañar a los expertos. Sin embargo, siempre es fácil engañar al vulgo. Prueba de ello es el increíble éxito del libro “El Código Da Vinci”, una novela de ficción de muy baja calidad literaria que se convirtió en un gran Best Seller gracias a que la gente creyó que divulgaba verdades ocultas por oscuras y antiguas conspiraciones que “buscan mantener a la gente lejos de la verdad”. Aún cuando varios libros y documentales han desmentido las “verdades” de este libro y han mostrado la historia real, todavía millones de lectores creen que Da Vinci pertenecía a una secta masónica (que nunca existió), depositaria de información secreta que sólo hasta la publicación de este libro, vio la luz (ignorando que ni siquiera en eso el libro es original, pues recopila información ya publicada en los años 1980). Lamentablemente, como muestro en mi artículo “De Engaños y Mentiras”, [20] la mayoría de las personas está dispuesta a creer cualquier cosa que le resulte cómoda o que aliente sus propios prejuicios y mitos, pero pocos corroboran la información que reciben, verifican las fuentes y buscan la verdad.

Lo que sí ocurre con mayor frecuencia entre los expertos, es que una Teoría es reemplazada por otra, pero esto no significa que la primera fuese necesariamente falsa: Lo que normalmente sucede, es que una teoría es correcta para explicar y prever el comportamiento de un sistema, pero fuera de él es incorrecta. Si surge una teoría que puede explicar de igual o mejor forma el sistema al que se aplicaba la primera, y también funciona fuera de ese sistema (es decir, la segunda teoría corrige y/o amplia a la primera), entonces, luego de muchas demostraciones y debates, la segunda reemplaza a la primera. Ahora bien, el hecho de que una teoría haya sido reemplazada por otra más completa y/o compleja, no significa que deje de estar vigente: Si bien las leyes de Newton han sido reemplazadas por la relatividad en el caso de objetos que se mueven a una velocidad cercana a la de la luz, y por la cuántica en el caso de partículas atómicas y subatómicas, siguen vigentes pues aplican para los fenómenos de la vida diaria.

También es importante dejar en claro que en el argot científico, la palabra teoría no tiene el significado de “conocimiento especulativo considerado con independencia de toda aplicación”, como reza el Diccionario de la Real Academia Española. Para la gente del común, una teoría es algo no comprobado, que está por verse, que podría ser mera especulación, lo que en ciencia vendría a ser la hipótesis. Por el contrario, teoría en ciencia (con mayúscula, para diferenciarla de la teoría ya descrita) se refiere a cuerpos de leyes que realizan predicciones acerca de fenómenos específicos. Por ejemplo, la Teoría de la Relatividad predice que la fisión nuclear, al alcanzar el punto de masa crítica, transforma materia en energía, y esto se demuestra en las bombas atómicas y los reactores nucleares. La Teoría de Conjuntos es una rama de las matemáticas que todos estudiamos en el colegio como un hecho indiscutible. Por otra parte, una teoría no tiene por requisito explicar el universo entero, sino ser capaz de realizar predicciones fidedignas sobre sistemas o condiciones bien establecidas. Volviendo a la relatividad, ésta funciona a nivel macro y tiene aplicaciones prácticas que demuestran su veracidad y validez, pero a nivel micro las ecuaciones de la relatividad ya no son aplicables, allí funciona la Cuántica, otra teoría con aplicaciones prácticas que la validan. Tanto la Relatividad como la Cuántica son verdaderas, en cuanto a que existen observaciones y aplicaciones prácticas que las demuestran. Sin embargo, no son universales: donde aplica una no aplica la otra. Si algún día surge una teoría que sea aplicable tanto a nivel macro como micro, dé respuestas a los fenómenos que son hoy día explicados por estas dos teorías, y sea corroborable por observaciones y aplicaciones prácticas, entonces la Relatividad y la Cuántica dejarían de estar vigentes y serían reemplazadas por esta nueva teoría (que está siendo buscada por algunos científicos, aún sin éxito, aunque la llamada teoría M, [21] que engloba varias Teorías de Cuerdas, ha sido un avance significativo hacia una verdadera “Teoría de Todas las Cosas”). Eso no querría decir que la Relatividad y la Cuántica eran falsas y que hasta ese momento vivíamos en el engaño. Lo que significaría, es que habríamos llegado a un nuevo nivel de conocimiento.

El principal problema al hablar de ciencia y confrontarla con la vida diaria o los libros sagrados, radica en que en occidente hay una separación casi insalvable entre el quehacer científico y la cotidianidad de las personas del común. El lenguaje científico difiere en forma enorme del lenguaje de los negocios o de las calles. La forma como se labora en un proyecto científico, es radicalmente distinta a la forma como se trabaja en las finanzas, el arte, o en cualquier otra disciplina. Y se requiere de grandes esfuerzos e inversiones para hacer llegar parte del conocimiento científico a las personas del común (divulgación científica, como la labor que desempeñan el Museo de la Ciencia y el Juego de la Universidad Nacional de Colombia, [22] y el Centro Interactivo de Ciencia y Tecnología “Maloka” [23] en Bogotá). Esto hace que para la mayoría de las personas, la ciencia sea algo lejano y desconocido, de manera que cualquier persona lo suficientemente convincente, puede tomar datos científicos, sacarlos de contexto, aderezarlos con invenciones de su propia imaginación, y presentarlos como verdades absolutas (la ciencia no busca ni sostiene verdades absolutas, pues la ciencia misma está en constante revisión y renovación, como el universo al que estudia).

Lo fundamental está en el hecho de que la ciencia no es ni tiene la verdad absoluta, y que la forma como entendemos la ciencia en el mundo occidental actual no es la única forma de ciencia posible. Por encima de todo, debe entenderse ciencia como búsqueda organizada y sistemática del conocimiento, y por lo tanto, como aquello que nos distancia de la ignorancia y sus peligros. Considero que aprender debería ser no sólo un derecho sino una obligación en toda sociedad humana. Comunidades integradas por personas pensantes en búsqueda continua y sistemática de conocimiento, son comunidades conscientes de su historia y de su quehacer cotidiano, comunidades que se proyectan, que defienden sus valores y que no son fácilmente manipulables. [24]



¿LA BIBLIA ES EL ÚNICO LIBRO SAGRADO QUE HA HECHO PREDICCIONES SUPUESTAMENTE ACERTADAS?

El Majábharata, [25] epopeya religiosa, filosófica y mitológica de India, segunda obra literaria más extensa en la historia de la humanidad (cuatro veces más extensa que la Biblia) y texto considerado como revelación y parte de los Vedas, [26] libros sagrados del hinduismo, [27] narra luchas con descripciones increíbles que parecen sacadas de un libro de ciencia-ficción de los años 1950, con naves espaciales y rayos mortales. Los textos más antiguos que se conocen de esta epopeya datan del siglo V d.C., pero se cree que sus historias vienen de hace por lo menos cinco mil años. El libro es tan sorprendente, que hay quienes consideran que es prueba de que los extraterrestres han visitado la Tierra desde hace milenios, pues no se explican de qué otra forma hace tanto tiempo se escribieron estas historias de aparentes “batallas espaciales”. Sin embargo, si le aplicamos la misma lógica que utilizan los defensores de la infalibilidad de la Biblia, esa lógica nos pondría en la dudosa consideración de aceptar que este libro también fue revelado por Dios (si sólo la inspiración divina explica que la Biblia hable de la pirosfera, como veremos más adelante, entonces sólo la inspiración divina puede explicar que el Majábharata hable de los rayos láser y las naves espaciales). Es interesante anotar que, aunque el hinduismo es una religión politeísta, hay entre sus fieles una minoría que pertenece a una vertiente monoteísta de la misma, con una ideología que la acerca a las tres grandes religiones monoteístas, aunque no sea abrahámica.

Muchas personas afirman encontrar predicciones acertadas ya cumplidas en la geometría de las pirámides de Egipto (que supuestamente profetizaban el fin del mundo para 1881), [28] en la interpretación matemática de los caracteres de la Torá (el llamado “Código Secreto de la Biblia”, según el cual el Apocalipsis ocurriría en 2006), [29] en los versos de Nostradamus (tan oscuros como inútiles para predecir con exactitud eventos futuros), [30] en el color de las auroras boreales y australes, e incluso en el calendario Maya (que supuestamente profetiza el fin del mundo para el año 2012). [31] Aceptar que supuestas revelaciones científicas futuristas de la Biblia son prueba indiscutible de su origen divino, sería aceptar que las pirámides y los escritos de Nostradamus tienen también un origen divino, y entonces, ¿hay que creer en los versos de Nostradamus como en los textos Bíblicos? Pero, por otro lado, ¿no son las supuestas revelaciones científicas y predicciones de la Biblia tan controvertibles como las de las pirámides y las de Nostradamus? ¿No será que todas esas supuestas revelaciones de hechos futuros y de descubrimientos científicos son más el resultado de interpretaciones acomodadas aderezadas con mucha imaginación, que pruebas de que sólo lo sobrenatural puede dar explicación a estas “revelaciones”?

¿DEBE RECHAZARSE DE PLANO EL DISEÑO INTELIGENTE?

Un participante del foro virtual que dio inicio a mi interés por escribir este libro, arremetió contra el diseño inteligente de esta forma:

El defender teorías como “El diseño Inteligente” es echar a la basura 100 años de ciencia y tecnología que nos lleva al espacio, nos mejora las condiciones de vida. [32]

Diseño Inteligente es el nombre con que creacionistas Cristianos fundamentalistas han designado a la búsqueda de evidencias de que la creación del universo fue llevada a cabo por Dios tal y como lo relata el libro de Génesis. [33] Estoy de acuerdo con que el Diseño Inteligente no se ajusta a las evidencias científicas, y que no tiene sentido proponerlo como cátedra que reemplace la de las más importantes teorías que tienen hoy aceptación en la comunidad científica. Sin embargo, no veo contraproducente su enseñanza al menos de forma informativa (no como ciencia, por la sencilla razón de que carece de la rigurosidad y la reproducibilidad de resultados inherentes al método científico, y porque el Diseño Inteligente sólo puede ser ejercido por determinados grupos de Cristianos, y el ejercicio científico es independiente de credo). Además, su existencia no deja de generar movimientos interesantes, como el del Pastafarismo, [34] propuesta de teoría alternativa al Diseño Inteligente presentada por Bobby Henderson y que ha tenido un auge impresionante en Internet, al punto de convertirse en la “religión” de más rápido y explosivo crecimiento en el ciberespacio. Así que doy gracias a Dios por los fanáticos del Diseño Inteligente, pues sin ellos no habría existido el Pastafarismo y su dios creador, el Monstruo del Espagueti Volador (Monesvol), [35] y no me habría divertido tanto con él. Básicamente, el Pastafarismo es la demostración práctica de que, sin el método científico, es muy fácil imaginar y “demostrar” de forma “lógica” cualquier cosa, por absurda que sea. Los pastafaris, por ejemplo, a través de un gráfico “demuestran” de forma lógica, que el calentamiento global se debe a una progresiva disminución en el número de piratas en los últimos dos siglos. Esta idea es tan descabellada, que de inmediato reconocemos su invalidez, pero demostrar que no es cierta es otro asunto pues, en efecto, a medida que ha disminuido el número de piratas, ha aumentado la temperatura del planeta. Los pastafaris están tan convencidos de la fuerza de sus argumentos, que no han tenido reparos en apostar dinero en ellos: Una nota periodística recalca que:

[…] en septiembre de 2005 un visitante de la web pastafari se ofreció a pagar US$250.000 dólares a aquel que pudiera demostrar empíricamente la Teoría de la Evolución. El Profeta, en su genialidad, respondió que los pastafaris darían un millón de dólares a aquel que pudiera demostrar empíricamente que Jesús no es el hijo único del Monstruo del Espagueti Volador. [36]

Hasta ahora, ninguno de los dos ha tenido que desembolsar la suma prometida. Muchos se reirán y pensarán que es una simple tomadura de pelo, pero hay un asunto muy serio y profundo detrás del Pastafarismo. Pensemos, por ejemplo, en la noticia del Hallazgo del Evangelio según San Albóndiga [37] (un texto apócrifo, considerado como herético por la oficialidad del Pastafarismo) y comparémoslo con los debates surgidos a raíz de descubrimientos como el de los rollos de Qumrán, [38] el de la biblioteca de Nag-Hammadi, [39] o el del Evangelio de Judas. [40] Pensemos también en los 12 millones de seguidores del Libro de Mormón, [41] uno de los libros sagrados principales de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días [42] y de varias iglesias más, desprendidas de la iglesia original fundada por Joseph Smith, Jr. Existe evidencia de sobra de que este texto no tiene fundamento histórico alguno. Nada de lo allí escrito ha podido ser corroborado por la arqueología ni por ninguna otra ciencia, a pesar de años de investigaciones y excavaciones realizadas por los mismos mormones (y que costaron millones de dólares). Según el Libro de Mormón, un subgrupo de los Judíos que salieron de Egipto no se dirigió con Moisés al país de los cananeos (Palestina), sino que fue guiado por un profeta llamado Lehi hacia América. Estos Judíos constituyeron varias civilizaciones en el Nuevo Continente y protagonizaron varias guerras. Supuestamente tenían cabras, caballos y utilizaban armaduras de hierro, animales e instrumentos que en realidad no existieron en América hasta la llegada de los españoles. Jesús se les habría aparecido después de su crucifixión para revelarles el carácter de tierra elegida que se supone tiene América. Según las primeras versiones del libro, una parte de estos Judíos renegaron de su fe y Dios los castigó dándoles una piel oscura, fueron los ancestros de los amerindios. Esta tesis de marcado acento racista ha sido eliminada en ediciones más recientes del libro (lo que plantea otro dilema teológico, ¿Dios se equivocó al revelar esta parte del libro de Mormón y luego debió enviar a otro profeta para que editara el libro y corrigiera Su error?) Los estudios genéticos muestran que los pueblos amerindios no descienden de ningún grupo semita. Tampoco existen evidencias de que a América haya llegado una migración en el siglo VII a.C., cuando los israelitas salieron de Egipto, y que esa migración haya originado posteriormente a los pueblos indígenas americanos. Por el contrario, los estudios muestran que en América existe población amerindia desde hace por lo menos 40.000 años.

En su libro “Historia de los Judíos argentinos”, Ricardo Feierstein afirma que fue Fray Bartolomé de las Casas el primero en afirmar que los amerindios tenían origen hebreo (probablemente para justificar así la persecución, sometimiento y exterminio de los pueblos americanos, tal y como se estaba haciendo en España por entonces con los judíos). En el siglo XVII, el rabino Menasséh Beh Israel trató de demostrar que entre los amerindios hubo población originada en corrientes migratorias de las diez tribus perdidas de Israel. Estas teorías, duramente cuestionadas por los eruditos en los últimos siglos, habrían sido utilizadas por Smith para la elaboración de las historias del libro de Mormón. [43] Hasta ahora, sin embargo, no se han encontrado evidencias sólidas de la presencia de Judíos en América antes de Colón, aunque algunos afirman que los Musulmanes, cuyos mapas demuestran su presencia en América antes de la llegada de los españoles, sabían de la existencia de población de origen hebreo en el continente americano. [44] Por supuesto, estos datos no validan las afirmaciones de los mormones: una cosa es la posibilidad de que hubieran llegado algunos judíos a América entre los siglos XIV y XV, y otra muy distinta es afirmar que los pueblos indígenas americanos hayan sido originados por una migración hebrea 14 siglos antes de eso. Las afirmaciones de los mormones nos llevan a preguntarnos por qué Jesús nació en Palestina y no en América, la verdadera Tierra Prometida, y por qué si todos los profetas bíblicos han predicado que no existe más que un único Dios, los mormones creen que ellos mismos pueden llegar a convertirse en dioses. [45] Incluso si existieron Judíos en América antes de Colón, estos pudieron influenciar la cultura de unos pocos pueblos amerindios, pero definitivamente no originaron a los indígenas americanos.

Los mitos y leyendas de cualquier cultura en el mundo, tienen algún tipo de trasfondo histórico que puede ser rastreado, mientras que el Libro de Mormón se ha constituido en un libro sagrado que carece por completo de fondo histórico. No se han encontrado rastros de las ciudades nombradas en el Libro de Mormón, ni de los pueblos que allí dice que las habitaron. No hay evidencia de que a América hayan llegado animales europeos y asiáticos en tiempos precolombinos, ni que se conociera el hierro. Tampoco existe un solo documento que hable de ellos además de este libro, ni ningún otro libro, mito o tradición en toda la historia conocida de la humanidad, que hable del profeta Lehi, del profeta Mormón ni del ángel Moroni, fuera de los libros oficiales de los mormones, escritos por su fundador y por los líderes de sus Iglesias a fines del siglo XIX. [46] Ni siquiera hay evidencia alguna de que el egipcio reformado, la lengua en la que supuestamente estaban escritas las placas de oro que se dice contenían el texto original, haya existido realmente, o de que las placas en cuestión hayan existido jamás. De los seguidores de Smith que declararon haber visto las placas, varios se retractaron más adelante y fueron declarados herejes por él mismo, [47] algunos de ellos formaron sus propias Iglesias. Los mormones creen que el Libro de Mormón es el libro más perfecto, superior a la Biblia (de hecho, Smith hizo correcciones al texto bíblico, según él por inspiración divina), pero muchas de sus doctrinas han sido modificadas por los libros doctrinales escritos con posterioridad, ¿fue necesario revisar y mejorar el libro perfecto?

Los Musulmanes que han estudiado el libro de Mormón han denunciado que el mormonismo es una mezcla de doctrinas cristianas y paganas, sustentadas en un alto contenido islámico: muchas de las supuestas revelaciones hechas por Dios a Joseph Smith, Jr son enseñanzas contenidas en el Corán y la Sunna del profeta Mujámmad, generalmente tergiversadas o manipuladas. El libro de Mormón contiene incluso textos inspirados en obras de Shakespeare. A pesar de todo esto, el mormonismo sigue teniendo auge en el mundo, y no dejan de aparecer teorías y argumentos que buscan a la fuerza (y muchas veces en contra del más básico sentido común) demostrar la veracidad del Libro de Mormón y su “naturaleza divina”.

La fe en el Libro de Mormón se basa en la aseveración que hace el libro de Doctrina y Convenios de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que dice:

“He aquí, así dice el Señor: Es un siervo en las manos de Cristo, que en parte desciende de Isaí, así como de Efraín, o sea, de la casa de José, a quien se ha dado mucho poder”, Sección 113,4.

Es decir, Joseph Smith, Jr, a través de la doctrina de la Iglesia que fundó, se autoproclamó descendiente directo de Isaías y Efraín, profeta y siervo de la casa de José, y esa es la piedra fundamental de la fe de su iglesia, cosa que por supuesto es muy cuestionada por otras Iglesias, en especial porque fue polígamo [48] y aseguró que la humanidad provenía de la unión sexual de Dios y de María. Es por ello que cada mormón aspira a convertirse en dios de su propio universo. La familia es muy importante en el mormonismo, pues si una familia es unida y fiel a los principios de la Iglesia, en la otra vida se reencontrarán como dioses para crear juntos su universo. [49] El mismo Yahvé fue un ser humano que, hecho Dios, creó el universo en el que nos encontramos (los mormones han afirmado incluso que Adán es el dios de este universo), [50] pero quien siga las enseñanzas del mormonismo será premiado con la divinización que le permitirá crear un universo para regirlo a su antojo y ser venerado por sus criaturas. [51] Dice el libro de Doctrina y Convenios:

“El Padre tiene un cuerpo de carne y huesos, tangible como el del hombre; así también el Hijo; pero el Espíritu Santo no tiene un cuerpo de carne y huesos, sino es un personaje de Espíritu. De no ser así, el Espíritu Santo no podría morar en nosotros”, 130,22.

El Pastafarismo, entonces, no es más que otra de muchas posturas que, de forma independiente a la ciencia, puede seguirse por fe, o no. Y así como a los mormones no les afectan las evidencias en contra de la supuesta ascendencia judía de su fundador, ni en contra de la veracidad histórica de su principal libro sagrado, ni en contra de la supuesta profecía de su máximo líder, [52] a los pastafaris no debe afectarles las evidencias en contra de la existencia de Monesvol. Soy consciente que la ciencia no puede (y hoy día no pretende) explicarlo todo, y que la fe no puede basarse en postulados científicos meramente. También soy consciente que, como pregonan mormones y Cristianos, hay que preguntarle a Dios, pedirle a Él guía para distinguir lo verdadero de lo falso. Sin embargo, estoy convencido de que Dios nos dio el cerebro para que podamos discernir, y Él nos da luz para conocer la verdad sólo en la medida en que investiguemos, aprendamos, cuestionemos, indaguemos, y nos mantengamos en una búsqueda activa, metódica, sistemática de la verdad. Por ello, no espero que la iluminación me llegue en una visión o un susurro sobrenatural; prefiero utilizar mi intelecto y cuestionar mis propias creencias, antes que caer en el facilismo de creer algo a ojos cerrados, como aconsejan estos grandes personajes de la historia:
  • “No creas en nada, simplemente porque te lo han dicho o porque es tradicional. No le creas a tu maestro simplemente por respeto. Pero si de alguna forma, por medio de un examen, encuentras que es uno que lleva al bienestar y felicidad de todas las criaturas, entonces sigue ese camino como la luna sigue el camino de las estrellas”, Siddhartha Gautama (Buda). [53]
  • “Analicen profundamente la información cuando la escuchen y no en forma superficial. Porque muchos son los narradores de la ciencia y pocos sus investigadores”, Ali Ibn Abi Talib. [54]
  • “Si encontráis que lo que os diré es verdad, admitidlo, y si no combatidlo con todas vuestras energías, teniendo cuidado de que yo mismo no esté engañado y que os engañe con la mejor voluntad y que no me separe de vosotros como la abeja, que deja su aguijón clavado en la herida”, Sócrates. [55]
Ahora bien, para que una persona pueda formarse una verdadera idea sobre un tema específico, no puede remitirse a una única fuente, aún si esa fuente promete resumir una serie de “verdades incuestionables” y recibe amplia aceptación por parte del público (eso incluye este mismo libro). Por ejemplo, para muchos “El Código Da Vinci” es un libro que revela grandes misterios ocultos por la Iglesia Católica Romana durante siglos. La verdad es que se trata de un libro que mezcla algunas realidades históricas con mitos y ficción literaria (de muy baja calidad, sinceramente la prosa de Brown es un desastre). Es de dominio público que el Priorato de Sión [56] fue una farsa montada por Pierre Plantard, antisemita de ultraderecha monárquica que quiso hacerse pasar por heredero al trono de Francia por linaje merovingio. [57] También es sabido que toda la historia de “El Código Da Vinci” está basada en el libro “Holy Blood, Holy Grail” (Sangre Santa, Cáliz Sagrado —o Santo Grial), [58] obra supuestamente científica, coescrita por el psicólogo místico y masón neozelandés Michael Baigent, el actor y escritor masón londinense Henry Lincoln, y el esotérico estadounidense con estudios en literatura Richard Leigh, [59] publicada en 1982, cuya validez como análisis histórico ha sido ampliamente desmentida. De manera que esta novelita comercial nada original (aunque, eso sí, magistral en la forma como aprovecha la paranoia de conspiraciones en boga en los últimos años) no es un texto que sirva de base para valorar o criticar la Iglesia Católica Romana, ni mucho menos el Cristianismo en general. Por esto se requiere de una revisión metódica y sistemática de múltiples fuentes para poder llegar a conclusiones.

Volviendo al argumento en contra del Diseño Inteligente, la afirmación de que la tecnología mejora y facilita la vida del hombre es muy discutible. Al menos la mitad de la humanidad, entrados ya en el siglo XXI, no ha hecho o recibido una llamada telefónica, y los avances tecnológicos han llevado al hombre urbano occidental a una vida acelerada, deshumanizada, centrada en el beneficio del mercado y no en las necesidades del hombre. ¿De qué sirve el desarrollo tecnológico en un mundo que pone los avances tecnológicos sólo al alcance de una minoría? Los principales desarrollos tecnológicos se hacen en la industria militar, con objetivos bélicos. El sitio web de la Marcha Mundial por la Paz y la No-Violencia afirma al respecto:

El hambre en el mundo puede resolverse con el 10% de lo que se gasta en armamento. ¿Podemos imaginar cómo sería si se destinara el 30% o el 50% para mejorar la vida de la gente, en vez de aplicarlo en destrucción? [60]

Pero esa discusión no cabe en este escrito.



VER A DIOS DESDE LA CUÁNTICA

Tomaré la mecánica cuántica como ejemplo de que no todo lo que ha descubierto la ciencia está en la Biblia y además, como ejemplo de que la ciencia no busca afanosamente contradecir a la Biblia. Dice la Encarta sobre la mecánica cuántica:

Teoría física basada en la utilización del concepto de unidad cuántica para describir las propiedades dinámicas de las partículas subatómicas y las interacciones entre la materia y la radiación. Las bases de la teoría fueron sentadas por el físico alemán Max Planck, que en 1900 postuló que la materia sólo puede emitir o absorber energía en pequeñas unidades discretas llamadas cuantos. [61]

Gracias al Principio de Incertidumbre de Heisenberg [62] y la Teoría del Caos, sabemos que el azar es variable fundamental de la constitución del universo. La Teoría del Caos es una

“teoría matemática que se ocupa de los sistemas que presentan un comportamiento impredecible y aparentemente aleatorio aunque sus componentes estén regidos por leyes estrictamente deterministas. Desde sus comienzos en la década de 1970, la teoría del caos se ha convertido en uno de los campos de investigación matemática con mayor crecimiento. Hasta ahora, la física, incluso si se consideran las ramificaciones avanzadas de la teoría cuántica, se ha ocupado principalmente de sistemas en principio predecibles, al menos a gran escala; sin embargo, el mundo natural muestra tendencia al comportamiento caótico. Por ejemplo, los sistemas meteorológicos de gran tamaño tienden a desarrollar fenómenos aleatorios al interaccionar con sistemas locales más complejos. Otros ejemplos son la turbulencia en una columna de humo que asciende o el latido del corazón humano”, Encarta.

Gracias a la matemática no lineal relacionada con la Teoría del Caos y con otras Teorías que tienen al azar dentro de sus variables, se tienen los fractales,

“figuras geométricas con una estructura compleja y pormenorizada a cualquier escala. Normalmente son autosemejantes, es decir, tienen la propiedad de que una pequeña sección de un fractal puede ser vista como una réplica a menor escala de todo el fractal”, Encarta. [63]

Los fractales son muy utilizados en los modelos de realidad virtual, los videojuegos y la compresión de imágenes. [64] Las actuales aplicaciones prácticas de la física cuántica son vitales en la economía mundial, [65] y algunas son tan sorprendentes, que los que no saben nada de la materia creen que provienen de tecnología alienígena y no del desarrollo progresivo de la ciencia humana. La resonancia magnética, el transistor, la superconductividad y el láser, son aplicaciones prácticas de la física cuántica. [66] Incluso las ciencias sociales se han apropiado del concepto de Fractal y de la Teoría del Caos para aplicarlos a la sociología y la economía, entre otras. Esto lo comenzó a hacer el filósofo, historiador, sociólogo y economista Judío alemán Karl Marx, cofundador del socialismo científico [67] y coautor del Manifiesto Comunista, [68] quien de forma intuitiva realizó el análisis fractal de la economía política, antes que la matemática desarrollara las ecuaciones no lineales. [69] Marx fue un hombre adelantado a su tiempo y hoy día muchos estudiosos lo consideran el mayor intelectual del siglo XX, por encima de Einstein. ¿Significa esto que recibió alguna inspiración divina?

La verdad es que fue el físico Judío y activista político socialista alemán Albert Einstein, [70] quien plantó los cimientos de la física cuántica con base en la hipótesis cuántica de Max Planck, pero su creencia en que Dios, según sus propias palabras, “no juega a los dados”, le hizo perder el resto de su vida tratando de aplicar la Relatividad [71] a todas las fuerzas conocidas y así demostrar que la cuántica era falsa. En otras palabras, el padre de la cuántica fue su más acérrimo enemigo. Esfuerzo inútil, pues la cuántica es tan real que sin ella no existirían los computadores y la Internet (así como sin la Relatividad no existiría la energía atómica, los submarinos nucleares, los reactores de fusión [71]...). Lo más irónico de la postura anticuántica de Einstein, es que la teoría unificada que él buscaba está más cerca de la cuántica que de la relatividad. En efecto, la Teoría M da una explicación cuántica a la gravedad, con lo que unifica todas las fuerzas en una sola teoría y es la principal candidata actualmente a convertirse en la “teoría de todas las cosas”, aunque por ser cuántica, no podrá predecir cualquier evento en cualquier momento y lugar del universo, como creía Einstein que era posible. La próxima revolución informática se dará gracias a las actuales investigaciones en computación cuántica. [73] Estas son pruebas de sobra de que el dinero invertido en investigaciones científicas no ha sido un despilfarro.

Más allá de las ecuaciones físicas y sus aplicaciones prácticas, podemos preguntarnos desde una perspectiva más filosófica: ¿El azar como parte fundamental del universo, niega a Dios? Por supuesto que no. Niega que el plan de Dios sea un orden predecible de acuerdo a la lógica humana, y por tanto, niega que haya un destino [74] ya escrito para cada ser humano en la forma de un guión detallado del que somos todos esclavos y que debemos representar nos guste o no. Pero no niega la posibilidad de que Dios pueda intervenir de forma discreta para alterar el curso de algún evento cósmico, como tampoco niega la existencia del destino en sí.

No pretendo hacer una interpretación indeterminista o idealista del principio de Heisenberg, pues éste forma parte de la mecánica cuántica que sólo aplica para el microcosmos. La incertidumbre es muy pequeña y por ello es despreciable en mecánica clásica. Pero a la vez, la forma de las nubes y de las costas sólo puede representarse a través de la matemática no lineal, y el mundo natural en general tiende al caos, lo que demuestra que el azar tiene un efecto a nivel macro. De hecho, el azar podría verse como ese espacio que Dios se ha reservado para actuar sobre el cosmos sin alterar las leyes que Él mismo le estableció. Por extensión, el azar demuestra que la adivinación del futuro (cartomancia, quiromancia, numerología, etc.) es una completa falacia, y que incluso las predicciones científicas del futuro (como la meteorología) nunca tendrán un margen de confiabilidad del 100% [75] Es decir, la predicción del futuro dentro de la escala de la vida humana no puede ser exacta, aunque de acuerdo a la forma de vida, la personalidad y las decisiones de una persona, así como de acuerdo a los datos estadísticos del clima, pueda establecerse qué eventos tienen mayor posibilidad de ocurrir a esa persona y a ese sistema climático hasta un cierto límite de tiempo. Esto no va en contravía con el hecho de que a escalas mayores, hay un determinismo que nos permite establecer un futuro inmodificable: todos vamos a morir algún día, la Tierra será devorada por el Sol algún día, Andrómeda y la Vía Láctea colisionarán en algún momento.

Según la óptica con que se mire, el azar en el universo podría tomarse como la comprobación científica del libre albedrío, o al menos, de que el universo no funciona de una forma completamente determinista: [76] mientras haya azar, habrá opciones y por tanto, habrá la posibilidad de que cada ser humano tome sus propias decisiones. Esto es consistente con la doctrina del Judaísmo que niega el pecado original: [77] cada hombre tiene libertad de elección. Es igualmente consistente con la doctrina del Islam que también niega el pecado original, [78] pues en el Islam cada individuo es responsable de su propia salvación y nadie puede echarse la carga de las faltas de otro. Sólo en el Cristianismo, se necesitó que Jesús derramara su sangre por los pecados de los demás (aunque el protestantismo liberal [79] del siglo XIX y sus derivaciones en el siglo XX, niegan también el pecado original, como lo hiciera el pelagianismo [80] en el siglo V). De hecho, el Cristianismo protestante insiste en que la única vía de salvación es permitir que Dios haga su voluntad y aceptar que Cristo murió por los pecados de los hombres, para así ser lavado por su sangre (en el catolicismo, el respeto por la tradición y las buenas obras son también vía de salvación). Para los Cristianos carismáticos, que también niegan el pecado original, la sangre de Cristo es la salvación al libre albedrío: cada vez que se peca, se puede ser lavado por ella a través de la oración (la vieja idea de “el que peca y reza, empata”, llevada a nivel doctrinal, por lo que los carismáticos se permiten tener una vida mucho más relajada que la de los Cristianos más ortodoxos, lo que es ampliamente criticado por muchas Iglesias y rechazado por el Islam y por la ortodoxia del Judaísmo). El rechazo que algunas iglesias de la Reforma a través de los siglos han hecho del pecado original, se basa en que los primeros cristianos, como judíos que eran, no tenían dicha creencia. La doctrina del pecado original, al parecer fue heredada de relatos asirios y acadios. La introdujo san Agustín, quien fomentó en la iglesia católica la noción de una corrupción fundamental de la naturaleza humana. Esta doctrina fue establecida como parte de la creencia cristiana en el Concilio de Cartago en el siglo III.

Lo que queda claro es que si no fuera por el azar, por el libre albedrío, no habría libertad de elección y por lo tanto, sería absurdo pensar en un sistema de premios y castigos, de cielo e infierno, pues si desde el nacimiento se sabe qué va a hacer un ser humano, si su destino ya está marcado y es inmodificable, entonces no se le podría juzgar por sus obras. No digo con esto que el Principio de Incertidumbre demuestre categóricamente que el destino no existe, pues las nociones de destino son variadas. Para los protestantes y para muchos agnósticos y Musulmanes es fatalista, es decir, el destino es inexorable y no tiene nada que ver con acontecimientos anteriores (no hay causalidad) ni con la voluntad humana (no sólo es imposible evitar lo que ya está escrito, sino que es imposible preverlo). Esta misma idea rige el sistema de castas del hinduismo, donde la vida entera de una persona está determinada por la casta en la que nace y de la que no podrá salir jamás en su vida (debido a la creencia en la reencarnación, es común que los jóvenes de castas inferiores se suiciden con la esperanza de reencarnar en una mejor situación). Entre los católicos y la mayoría de Musulmanes, el destino es determinista, es decir, todo acontecimiento ocurre por una causalidad en la que está incluida la voluntad humana (el análisis de la sucesión de acontecimientos permite establecer la probabilidad de que algo ocurra, y el libre albedrío permite modificar tal destino hasta cierto punto). Sin embargo en América y principalmente en Latinoamérica, debido a la influencia de creencias traídas por los esclavos de África, se mantiene con fuerza la idea de la predestinación, en la que el destino es una secuencia determinada e inmodificable de causas, de manera que se puede prever lo que ocurrirá (por ello la práctica continua y masiva de la adivinación, en especial, la lectura de las cartas y del tabaco), pero no se puede alterar el destino (las personas acuden a que les lean el futuro, y la calidad de quien realiza la adivinación se mide en el cumplimiento de sus predicciones, no en que éstas hayan podido ser modificadas a través de acciones preventivas).

Para el Musulmán existe el destino y todo destino, malo o bueno, proviene de Dios. Desde antes de nacer, cada ser humano tiene ya escrito lo que Dios le tiene reservado. Sin embargo, este destino puede ser cambiado por Dios mismo, si Él lo desea, conforme a las acciones del Musulmán gracias al libre albedrío, según se desprende de esta anécdota contenida en un jadiz: Un hombre pobre, cansado de que unos días tenía algo con qué comer y otros debía hacer ayuno obligado, pidió a Dios que le diera de una sola vez todo lo que se le había asignado por alimento para toda su vida. Dios accedió y le entregó dos bultos de arroz, pues estaba escrito en su destino que ese sería su alimento durante toda su vida. El hombre cocinó los dos bultos de arroz sin guardar un solo grano para el día siguiente, e invitó a todos sus vecinos a comer, haciéndolo en nombre de Dios. Al día siguiente, le llegaron cuatro bultos de arroz, e hizo igual que la primera vez. De modo que cada día, al hombre le llegaba el doble de arroz que el día anterior, y él lo cocinaba todo y daba de comer cada vez a más personas, siempre en nombre de Dios. Moisés preguntó a Dios por qué si el destino de aquel hombre era contar con dos bultos de arroz por todo alimento para toda su vida, cada día tenía más y más arroz. Dios le explicó que cada vez que aquel hombre alimentaba a los demás en su nombre, se hacía merecedor del doble del alimento que ofrecía a los demás, como premio. De esta forma, aquel hombre que muchas veces no tenía con qué comer, obtuvo la misericordia de Dios, y Él cambió su destino. [81]

Desde la matemática, siguiendo con la idea de que la naturaleza tiende al caos, puedo decir que si bien no existe un azarismo absoluto en el universo (muchos sistemas funcionan de forma determinística), tampoco existe un determinismo absoluto, y la existencia del azar, en sí misma, niega que haya un destino en la forma de un guión que inevitablemente deba seguirse. Por otro lado, ese mismo azar nos muestra que no somos dueños de nuestra vida. No podemos escribir nuestro propio destino, en el sentido de que por mucho que nos esforcemos por dirigir nuestros pasos en una dirección específica, el azar puede torcernos el camino en cualquier instante. Un accidente, un cataclismo, cualquier evento inesperado puede transformar nuestras vidas de un momento a otro. O un evento que no pareciera tan trascendental, puede alterarnos al punto de transformarnos a lo largo del tiempo. De manera que el azar, curiosamente, puede negar el destino (no somos peones movidos por un guión previamente escrito) y puede a la vez afirmarlo (no somos dueños de nuestra vida, ni podemos predecir eficazmente el futuro). Es en esa paradoja en la que cada ser humano construye su vida (libre albedrío), pero a la vez no es dueño de su vida ni puede controlarla (destino).

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NOTAS

[1] HADICES DEL PROFETA MUHAMMAD (S.A.W.S) SOBRE LA BÚSQUEDA DEL CONOCIMIENTO. Islamic Future. Web Islam. España. 2001. (http://www.webIslam.com/?idt=2102).

[2] LA VERDADERA PERSONALIDAD DEL MUSULMÁN. Muhammad ‘Ali Al-Hashimi. Traducción del árabe al español por Yusef Hussein Hallar. International Islamic Publishing House. Editorial Premura. Barcelona, España. 2004.

[3] Más sobre oscurantismo en http://es.wikipedia.org/wiki/Oscurantismo.

[4] Ciudad del centro de España a orillas del río Tajo, a 71 Km de Madrid. De origen celta, pasó a manos de los romanos y fue capital del reino Visigodo, en el que las ideas de los Cristianos arrianos acerca de la unidad de Dios (por contraposición a la Trinidad) y la negación de la divinidad de Jesús tuvieron gran importancia, pues Leovigildo intentó imponer el arrianismo como religión oficial durante su reinado (568-586). Estas ideas arrianas permitieron que fuera conquistada sin mayor oposición por los Musulmanes en 712, y a partir de allí conoció gran esplendor, en especial por la fabricación artesanal de armas. En 1085 fue anexionada al reino de Castilla por Alfonso VI. Durante los siglos XII y XIII Toledo fue reconocida por la convivencia pacífica y productiva entre Judíos, Cristianos y Musulmanes, gracias a la cual se dio la traducción de importantes obras médicas del árabe al latín.

[5] Conocido como Azarquiel, astrónomo Musulmán cordobés, destacó entre los científicos reunidos en Toledo por el cadí Ibn Said. Escribió un tratado sobre un astrolabio simplificado y otro sobre el movimiento de las estrellas.

[6] “Al-Ándalus, nombre que designaba al territorio dominado por los Musulmanes en la península Ibérica durante la edad media, desde su llegada en 711 hasta la definitiva derrota de su último núcleo político en 1492. En 711, el rey visigodo Rodrigo fue derrotado por los Musulmanes en la batalla de Guadalete, tras la cual, los ejércitos bereberes dirigidos por Tariq ibn Ziyad, a los que se sumaron, en el 712, efectivos árabes al mando de Musa ibn Nusayr, decidieron proseguir la conquista y en menos de cinco años se hicieron con el dominio del territorio peninsular. Las crónicas Cristianas describen la conquista como una política de terror, pero en la realidad predominó el sistema de pactos y capitulaciones con la nobleza y las ciudades. El respeto manifestado por los Musulmanes hacia los Cristianos, considerados como ellos mismos ‘gentes del libro’ (monoteístas), contribuyó a facilitar la conquista”. MICROSOFT ENCARTA PREMIUM 2009. Microsoft Corporation. Redmond, Estados Unidos. 2009. 

[7] “En el siglo XII justamente, en esa ciudad a orillas del Tajo (bajo dominio cristiano desde 1085), comenzó a funcionar la célebre escuela de traductores (fundada por el arzobispo don Raimundo de Toledo en 1130), que alcanzará su fama mayor con el mecenazgo de Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y de León (1252-1284). Por primera vez los cristianos, musulmanes y judíos constituyeron un lugar destinado a las traducciones de los autores clásicos grecolatinos, que durante 600 años se habían conservado en Oriente y fueron rescatadas y llevadas por los árabes a España. Cabe mencionar que esta escuela de traducciones atrajo el peregrinaje de numerosos sabios y estudiosos del mundo cristiano altomedieval como el inglés Roberto de Chester, llamado «el Ketenense», que por encargo del abad de Cluny Pedro el Venerable (1094-1156) hizo la primera traducción del Corán al latín hacia 1143 con la ayuda de un erudito musulmán”. EL RENACIMIENTO EMPIEZA EN CÓRDOBA. R. H. Shamsuddín Elía. Mensajes en la Ruta. Colombia, 2009. (http://mensajesenlaruta.blogspot.com/2010/02/el-renacimiento-empieza-en-cordoba.html).

[8] Abu Ali al-Yubbai, famoso erudito muatasili del siglo IX, explicaba en su comentario al Corán que el texto de la Sura 18:86 (“Y marchó hacia el norte hasta que, cuando llegó al poniente del sol, le pareció que éste se ponía en un mar oscuro y turbio”) correspondía a la ilusión óptica de que el sol se hunde en el mar al ponerse, provocada por la esfericidad de la Tierra. Que él lo haya explicado así, significa que al menos desde el siglo IX había entre los Musulmanes la noción de la esfericidad de la Tierra, muy probablemente debido al conocimiento que tenían de los griegos antiguos, que también sabían que la Tierra es redonda.

[9] “En el año 1929 se descubrió un mapa del Atlántico, realizado por Pere Mohi Addin Rais, jefe de la marina otomana por aquel entonces, con una datación de en torno a 1510-1515, aproximadamente. Lo particular del mapa es que representaba las costas de América con una gran exactitud, la cual no se conocía en aquel entonces, pero, no sólo las costas sino también ríos y lugares que los europeos no descubrieron hasta los años 1540-1560. Todo esto quiere decir, como dijo Pere Rais, que este mapa se realizó basándose en los relatos de los marinos Andalusíes y marroquíes que llegaron antes que él. [...] Con este mapa se demuestra el avance de los Musulmanes en lo que a conocimiento del continente americano se refiere: precisaron pues unas islas en el Atlántico que los europeos no conocían antes, entre ellas, las islas de Cabo Verde, Madeira, las Azores y las Canarias con detalle, que llamábamos el Jalidat. Lo raro es que ilustraron con detalle las montañas de los Andes en Chile, al suroeste de América, que los europeos no alcanzaron hasta el año 1527, ilustró igualmente ríos en Colombia, en el Amazonas, su estuario con toda claridad y una isla llamada actualmente ‘Marago’ que existe en el mapa actual del mundo y que los europeos no alcanzaron a descubrir hasta finales del siglo XVI”. LA LLEGADA DEL ISLAM A LAS DOS AMÉRICAS ANTES DE CRISTÓBAL COLÓN. Ali ibn al Muntasir El-Kettani. Traducción por Malika Idriss Kettani Identidad Andaluza. España. 2000.

[10] Sobre este tema, hay abundante información en el libro HISTORIA DEL GENOCIDIO DE LOS MUSULMANES, CRISTIANOS UNITARIOS Y JUDÍOS EN ESPAÑA. Ahmed Thomson y Muhammad Ata ur-Rahim. Traducción por Zahra Contreras. Junta Islámica. Granada, España. 1993. (http://www.webIslam.com/?idl=202). Los gitanos también fueron perseguidos, se les prohibió hablar su idioma y se les obligó a tener residencia fija. Más sobre los reyes católicos en http://www.arteguias.com/biografia/losreyescatolicos.htm.

[11] LA VERDADERA PERSONALIDAD DEL MUSULMÁN. Muhammad ‘Ali Al-Hashimi. Traducción del árabe al español por Yusef Hussein Hallar. International Islamic Publishing House. Editorial Premura. Barcelona, España. 2004.

[12] Más sobre la Ilustración en http://es.wikipedia.org/wiki/Ilustración.

[13] Véase LAS CIENCIAS Y EL CRISTIANISMO EN LA HISTORIA. Agustín Udías. Universidad Complutense de Madrid. España. (http://www.upcomillas.es/webcorporativo/Centros/catedras/ctr/Documentos/UDIASCR2.pdf).

[14] “Isaac Newton fue […] el físico más importante de todas las épocas pero, sin duda, hay otro gran físico digno de ser considerado tan importante como él: Hassan Ibn al-Haytham. Al-Haytham nació en el año 965 y es considerado el padre de la óptica por sus trabajos y experimentos con lentes, espejos, reflexión y refracción. Pero la mayoría de los occidentales jamás han oído hablar de él. […] Ibn al-Haytham estuvo entre esos genios de la ciencia árabe […], y se puede considerar el padre del método científico moderno […] Hoy día, la ciencia sigue utilizando este método, que ha dado impresionantes frutos en los últimos siglos. Sin embargo, […] en Occidente se mantiene que dicho método fue establecido por Francis Bacon y René Descartes en el siglo XVII”. LA CIENCIA Y EL ISLAM: MÁS INVERSIONES EN I+D Y MÁS REPRESIÓN RELIGIOSA. Yaiza Martínez. Cátedra de Ciencia, Tecnología y Religión. Universidad Pontificia Comillas. Madrid, España. 2009. (http://www.tendencias21.net/La-ciencia-y-el-Islam-mas-inversiones-en-I-D-y-mas-represion-religiosa_a3010.html).

[15] “El conocimiento científico es fáctico: parte de los hechos, los respeta hasta cierto punto, y siempre vuelve a ellos. […] Trasciende los hechos: descarta hechos, produce hechos nuevos y los explica. […] Es claro y preciso: sus problemas son distintos, sus resultados son claros. El conocimiento ordinario, en cambio, usualmente es vago e inexacto; en la vida diaria nos preocupamos poco por dar definiciones precisas, descripciones exactas, o mediciones afinadas: si éstas nos preocuparan demasiado, no lograríamos marchar al paso de la vida. [...] Es comunicable: no es infalible sino expresable, no es privado sino público. […] Es verificable: debe aprobar el examen de la experiencia. A fin de explicar un conjunto de fenómenos, el científico inventa conjeturas fundadas de alguna manera en el saber adquirido. Sus suposiciones pueden ser cautas o audaces, simples o complejas; en todo caso, deben ser puestas a prueba. […] Es sistemático: una ciencia no es un agregado de informaciones inconexas, sino un sistema de ideas conectadas lógicamente entre sí. […] Es general: ubica los hechos singulares en pautas generales, los enunciados particulares en esquemas amplios […] Es legal: busca leyes (de la naturaleza y de la cultura) y las aplica. […] Es especializado: una consecuencia del enfoque analítico de los problemas es la especialización. No obstante la unidad del método científico, su aplicación depende, en gran medida, del asunto; esto explica la multiplicidad de técnicas y la relativa independencia de los diversos sectores de la ciencia. […] La investigación científica es metódica: no es errática sino planeada. […] El método científico no provee recetas infalibles para encontrar la verdad: sólo contiene un conjunto de prescripciones falibles (perfectibles) para el planeamiento de observaciones y experimentos, para la interpretación de sus resultados, y para el planteo mismo de los problemas. […] La ciencia es explicativa: intenta explicar los hechos en términos de leyes, y las leyes en términos de principios. Los científicos no se conforman con descripciones detalladas; además de inquirir cómo son las cosas, procuran responder a por qué ocurren los hechos como ocurren y no de otra manera. […] Es analítica: la investigación científica aborda problemas circunscriptos, uno a uno, y trata de descomponerlo todo en elementos”. LA CIENCIA, SU MÉTODO Y SU FILOSOFÍA. Mario Bunge. Ediciones Siglo Veinte. Buenos Aires, Argentina. 1985. (http://www.dcc.uchile.cl/~cgutierr/cursos/INV/bunge_ciencia.pdf).

[16] “Los científicos no consideran su propia experiencia individual como un tribunal inapelable; se fundan, en cambio, en la experiencia colectiva y en la teoría. Hay más: el conocimiento científico racionaliza la experiencia en lugar de limitarse a describirla; la ciencia da cuenta de los hechos, no inventariándolos sino explicándolos por medio de hipótesis (en particular, enunciados de leyes) y sistemas de hipótesis (teorías)”, Ídem.

[17] DE ENGAÑOS Y MENTIRAS. Néstor Pedraza. Mensajes en la Ruta. Bogotá, Colombia. 2009. (http://mensajesenlaruta.blogspot.com/2009/11/de-enganos-y-mentiras.html).

[18] http://www.maloka.org/.

[19] CON IGNORANCIA NO HAY PAZ. Néstor Pedraza. Mensajes en la Ruta. Bogotá, Colombia. 2009. (http://mensajesenlaruta.blogspot.com/2009/11/con-ignorancia-no-hay-paz.html).

[20] “La Bhagavad-Gita es, sin duda alguna, el episodio más interesante del inmenso poema hindú denominado Mahabharata. Esta gran epopeya hindú, producto secular del pueblo indio, relata la lucha entre los pandavas y sus primos los kauravas. La obra abarca dieciséis capítulos, y hacia la mitad de ella se encuentra la Bhagavad-Gita. Hay dudas sobre la fecha de composición de este canto. Por algunos indianistas se le ha remontado al siglo VI a.C., pero la fecha más probable es la del siglo II a.C.”, BHAGAVAD-GITA O CANTO DEL BIENAVENTURADO. Traducción del sánscrito al español y prólogo por José Barrios Gutiérrez. Aguilar Argentina S.A. de Ediciones. Buenos Aires, Argentina. 1970. (http://www.bhagavad-gita.org/index-spanish.html). Más información sobre el Majábharata en http://es.wikipedia.org/wiki/Mahábharata.

[21] “Veda (en sánscrito, ‘conocimiento’), denominación que recibe el conjunto de los escritos sagrados más antiguos del hinduismo, así como cada uno de los libros que lo componen. Este conjunto de escritos literarios antiguos consta ante todo de cuatro colecciones de himnos, partes poéticas separadas y fórmulas ceremoniales. Las colecciones se conocen como Rig-Veda, Sama-Veda, Yajur-Veda y Atharva-Veda. También se les llama las samhitas (que significa ‘colección’)”. MICROSOFT ENCARTA PREMIUM 2009. Microsoft Corporation. Redmond, Estados Unidos. 2009.

[22] Religión politeísta proveniente de la India, que se inicia aproximadamente en 1500 a.C. y que cuenta con unos 700 millones de fieles. Después del Cristianismo y del Islam, es la tercera mayor religión en el mundo.

[23] “Esta conjetura surgió cuando el entusiasta piramidólogo británico John Taylor, publicó el libro «The Great Pyramid: why was it built and who built it?» Taylor estaba convencido que los números Pi y Phi fueron incorporados deliberadamente en el diseño de la pirámide de Khufú […]. Hizo el “descubrimiento” de la pulgada piramidal equivalente aproximadamente a 0.999 pulgadas inglesas. Más tarde el astrónomo italiano Charles Piazzi Smyth amplió dicho supuesto y afirmó que en las medidas de la Gran Pirámide se puede leer el pasado. Además se aventuró a pronosticar el fin del mundo para 1881; obviamente sus predicciones fracasaron. Luego el egiptólogo británico W.M. Flinders Petrie, quiso comprobar lo afirmado por Smyth y realizó la más exhaustiva medición de la Gran Pirámide jamás hecha. Encontró que las medidas en las que Smyth se había basado eran erróneas, y que la ‘pulgada piramidal’ nunca fue usada por los egipcios. Además, muchas de las relaciones que encontró eran circulares o con números tomados al azar, con lo que toda la ‘teoría’ de Taylor y Smyth se desmoronó”. LOS “MARAVILLOSOS” PODERES DE LAS PIRÁMIDES. Juliana Restrepo Sanín. Instituto de Ciencia y Tecnología de Materiales, Universidad de La Habana. Cuba. 2008. 

[24] “El código secreto de la Biblia, también conocido como el código de la Torá, consiste en grupos de palabras y frases que se supone que tienen un significado y que algunos creen que están colocadas intencionadamente de forma “cifrada” u oculta en el texto de la Biblia. Estos códigos se hicieron famosos a raíz del hallazgo de unas reglas de codificación (que únicamente podrían aplicarse al texto escrito en su idioma original, el hebreo antiguo, y con la ayuda de ordenadores), las cuales supuestamente demostrarían que el código puede servir para predecir acontecimientos futuros. [...] La principal objeción contra el código de Biblia publicado por Michael Drosnin consiste en que un modelo similar puede ser encontrado en otros libros aparte de la Biblia. Aunque la probabilidad de hallar una secuencia en un lugar aleatorio que responda a una palabra con significado sea baja, hay tantos puntos de partida y distancias posibles que es de esperar que tales palabras aparezcan. En respuesta a un desafío explícito de Drosnin, que afirmó que sólo la Biblia podría contener secuencias, el matemático australiano Brendan McKay encontró muchas secuencias similares en Moby Dick que contenían frases relacionadas con acontecimientos modernos. Otros estudiosos, como el físico estadounidense Dave Thomas, encontraron más ejemplos en otros textos. Además, Drosnin había usado con ventaja la flexibilidad de la lengua hebrea, mezclando libremente hebreo clásico (sin vocales, donde las letras Y y W son estrictamente consonantes) con hebreo moderno (donde Y y W suelen indicar las vocales I y U), así como las variaciones en el uso de K y T, encontrando el significado deseado”. WIKIPEDIA. Fundación Wikimedia. San Francisco, Estados Unidos. 2008. (http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada).

[25] “Los escépticos sostienen que su reputación como profeta ha sido construida por intérpretes de nuestros tiempos, que hacen calzar sus palabras con eventos que ya se han verificado o que son tan cercanos que pueden ser considerados como inevitables, un proceso conocido como “precognición retroactiva”. Hay quienes sostienen que ninguna cuarteta de Nostradamus ha sido interpretada antes que un determinado evento previsto por ésta se haya cumplido, o son de significado muy genérico (por ejemplo: habrá un incendio en occidente, comenzará una guerra espantosa en oriente). Una buena demostración de este sistema de predicción flexible consiste en tomar estrofas escritas por poetas o compositores modernos (p.ej. Bob Dylan) y mostrar que parezcan igualmente ‘proféticas’”, Ídem.

[26] “El mundo no terminará el 23 de diciembre de 2012, como lo augura una de las interpretaciones de las profecías mayas que circula en círculos esotéricos, aunque ese día sí habrá una conjunción planetaria que producirá un hermoso fenómeno astronómico, afirmó el experto Alfonso Arellano. El especialista del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México explicó que en esa fecha 'concluye el actual ciclo cósmico' de aquella civilización precolombina, lo cual es aprovechado por 'muchos agoreros' para realizar 'espectaculares anuncios' en busca de adeptos”. Más sobre estos temas en http://ghrendhel.tripod.com/textos/armagedon.htm.

[27] Más sobre Diseño Inteligente en http://es.wikipedia.org/wiki/Diseño_inteligente.

[28] Más sobre el Pastafarismo en http://es.wikipedia.org/wiki/Pastafarismo.

[29] Monesvol es una masa voladora de espaguetis, con dos albóndigas y un par de ojos. Es el dios creador del universo según el Pastafarismo.

[30] http://sistema-anoat.blogspot.com/2006/11/el-monstruo-espaguetti-volador.html.

[31] Colección de más de 800 manuscritos en hebreo antiguo y arameo sobre cuero y papiro, descubiertos en 1947 en cuevas de Palestina, entre los que se encuentran las versiones más antiguas conocidas del libro de Isaías. También se les conoce como Rollos del Mar Muerto. Fueron escritos por una comunidad Judía de ascetas que vivían en el desierto. Más al respecto en http://mensajesenlaruta.blogspot.com/2010/04/los-ultimos-hallazgos-arqueologicos.html.

[32] Colección de 52 manuscritos en copto escritos por los Cristianos gnósticos, una de las primeras sectas del Cristianismo, entre los que se cuentan evangelios atribuidos a los seguidores y apóstoles de Jesús, como el Evangelio de María Magdalena, así como una traducción parcial de La República de Platón y tres obras correspondientes al Hermetismo. Fue descubierta en Egipto en 1945. Más al respecto en http://mensajesenlaruta.blogspot.com/2010/04/los-ultimos-hallazgos-arqueologicos.html.

[33] Evangelio gnóstico en el que se revela una imagen de Judas Iscariote completamente diferente a la que aparece en los evangelios del canon católico: En este evangelio, Judas no fue un traidor, sino que Jesús le confió la misión de entregarlo a los romanos, por ser su discípulo más fiel y fuerte. Judas simplemente cumplió la voluntad de su Maestro, pero aún así se sentía tan culpable de su muerte que terminó por suicidarse. Más información en http://www.opusdei.es/art.php?p=15470.

[34] Una de las escrituras sagradas de los mormones, publicado por primera vez en Palmyra, New York, por Joseph Smith Jr., que aseguró haber encontrado este texto en una colina cerca de su casa, escrito en una lengua desconocida a la que llamó “egipcio reformado”, inscrito sobre placas de oro. Smith aseguró que pudo traducir las placas al inglés gracias a ayuda divina; una vez traducidas un ángel las llevó al cielo, por lo que no quedó evidencia de su existencia. A pesar de la intervención divina, la traducción al parecer no quedó bien hecha, pues Smith hizo revisiones y correcciones del libro a lo largo de su vida. Luego de la muerte de Smith, los líderes de los mormones continuaron haciendo modificaciones al Libro, en especial para suavizar aquellas partes favorables a la poligamia y al racismo contra los negros. Más sobre el libro de Mormón en http://www.carm.org/espanol/mormonismo/libro_mormon.htm.

[35] Más información sobre la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en http://es.wikipedia.org/wiki/Mormón.

[36] Se ha denunciado que fue el clérigo Solomon Spaulding el que escribió el libro de Mormón bajo la tutela de Smith, quien inventó la fábula de las placas de oro. Más información en http://www.irr.org/mit/espanol/clair-sp.html.

[37] La visión de la Iglesia Católica Romana con relación a los mormones se puede leer en http://es.catholic.net/sectasapologeticayconversos/243/1456/articulo.php?id=24081.

[38] Oliverio Cowdery y David Whitmer, dos de los principales testigos de la existencia de las placas de oro, fueron excomulgados de la iglesia mormona en 1838.

[39] Los mormones dejaron la práctica de la poligamia y modificaron el Libro de Mormón a este respecto, pues el gobierno de los Estados Unidos persiguió duramente a los polígamos y exigió a los mormones prescindir de esta práctica para poder reconocerlos como organización religiosa legal. Sin embargo, parece que aún hoy algunos mormones practican la poligamia en secreto.

[40] “El libro [El Evangelio a Través de los Tiempos, de Milton R. Hunter, coescrito con varias autoridades de la iglesia SUD] ofrece declaraciones contundentes en relación con el dios del mormonismo y la capacidad de los miembros del SUD para convertirse en dioses. En el capítulo 16, intitulado "los hombres pueden convertirse en dioses", Hunter relata la evolución de su deidad desde simple humanidad hasta divinidad.” GLORIFYING THE PAGAN CONCEPT OF GOD. Bill McKeever. Mormonism Research Ministry. USA. (http://mrm.org/glorifying-paganism).

[41] “En 1852, Brigham Young, segundo presidente de SUD [...] declaró que Adán fue el Arcángel Miguel y también el Inicio de los Tiempos. Young llegó a la conclusión de que, de hecho, Adán fue "nuestro padre y nuestro dios" [...] Young estaba hablando bajo la autoridad de un profeta mormón, no estaba haciendo una declaración pública de sus opiniones personales. [...] Heber C. Kimball declaró [...]: "He aprendido por experiencia que hay sólo un dios al que pertenece este pueblo, es el dios que pertenece a esta tierra -el primer hombre. [...] No tenemos otra opción que concluir que fue Adán quien envió a Jesús a redimir a este mundo. [...] En 1870 [Young] dijo: "Nunca he predicado y enviado a los hijos de los hombres un sermón que ellos no puedan llamar Escritura.” ‘ADAM-GOD’ - BRIGHAM YOUNG'S THEORY OR DIVINE DOCTRINE? Bill McKeever. Mormonism Research Ministry. USA. (http://mrm.org/adam-god).

[42] Debido a esto, los mormones no son considerados Cristianos por las demás Iglesias, aunque se cuentan como tales en las estadísticas mundiales. Más información al respecto en http://www.carm.org/espanol/mormonismo/citas_smith.htm.

[43] Más sobre la profecía de Smith en http://www.evangelicaloutreach.org/mormonss.htm.

[44] http://tradicionesdesabiduria.blogspot.com/2009/07/algunas-frases-del-buda-sakyamuni.html.

[45] Más sobre el Priorato de Sión en http://es.wikipedia.org/wiki/Priorato_de_Sión.

[46] “El Priorato […] tenía su base en Annemasse y fue registrado oficialmente en la subprefectura en Saint-Julien-en-Genevois el 7 de Mayo de 1956, por el mismo Plantard. Se disolvió poco tiempo más tarde […] pero fue revivido por Plantard intermitentemente entre 1962 y 1993, sólo en nombre. Plantard esperaba que se convirtiera en una logia criptopolítica con influencias (parecida a la Cábala P2), pero dedicada a la restauración de la caballería y monarquía en Francia. Fue usada más tarde para promover el propio reclamo de Plantard de ser el rey correcto para Francia. Pierre Plantard comenzó escribiendo un manuscrito y produjo pergaminos (creados por su amigo Philippe de Cherisey) que el padre Berenguer Saunière había supuestamente descubierto mientras renovaba su iglesia. Estos documentos falsos intencionalmente mostraban que una línea de los reyes francos merovingios había sobrevivido. […] Entre 1961 y 1984 Plantard se las ingenió para darle un pedigree mítico al Priorato de Sión, proclamando que era una rama de la ‘Orden de Sión’, la cual había sido fundada en el reino de Jerusalén durante la Primera Cruzada. Investigaciones sobre los misterios de Rennes-le-Château llevaron a Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln a la pseudohistórica ‘Archivos secretos’ de Herni Lobineau, compilada por ‘Philippe Toscan du Plantier’, que se convirtió en la fuente de su libro, ‘Sangre Santa, Santo Grial’. DETRÁS DEL CÓDIGO DA VINCI. Organización Cristiana Jesús 2020. (https://es.wikipedia.org/wiki/El_c%C3%B3digo_Da_Vinci)

[47] Más sobre “Holy Blood, Holy Grail” en http://en.wikipedia.org/wiki/The_Holy_Blood_and_the_Holy_Grail.

[48] Los autores de “Holy Blood, Holy Grail” demandaron al autor de “El Código Da Vinci” y a la editorial Random House (que publicó ambos libros) por plagio.

[49] Tomado de https://hoy.com.do/demandan-autor-codigo-da-vinci/

[50] “En mecánica cuántica, principio que afirma que es imposible medir simultáneamente de forma precisa la posición y el momento lineal de una partícula, por ejemplo, un electrón. El principio, también conocido como principio de indeterminación, afirma igualmente que si se determina con mayor precisión una de las cantidades se perderá precisión en la medida de la otra, y que el producto de ambas incertidumbres nunca puede ser menor que la constante de Planck. La incertidumbre es muy pequeña, y resulta despreciable en mecánica clásica. En cambio, en la mecánica cuántica las predicciones precisas de la mecánica clásica se ven sustituidas por cálculos de probabilidades”. MICROSOFT ENCARTA PREMIUM 2009. Microsoft Corporation. Redmond, Estados Unidos. 2009.

[51] “Una de las características más fascinantes de los fractales es que no tienen dimensiones enteras. Por ejemplo, la dimensión de una recta es 1 y la de un cuadrado es 2, pero la del triángulo de Sierpinski en un caso específico es aproximadamente 1,58. Un fractal es un subconjunto del plano que es autosimilar y cuya dimensión fractal excede a su dimensión topológica”. FRACTALES PARA PROFANOS. Gustavo Rubiano. Universidad Nacional de Colombia. Editorial Unilibros. Bogotá, Colombia. 2000.

[52] “Uno de los hechos más notables de la geometría fractal es la habilidad para ‘codificar’ imágenes reales en conjuntos muy pequeños de números —parámetros para un conjunto de funciones que envían una región del espacio bidimensional sobre sí misma. En principio, una escena con cualquier nivel de complejidad y detalle puede ser almacenada y manejada con números, dando lugar a una imagen con más de 300.000 pixeles y 8 bits por punto desde un archivo con una semilla inicial de 1 Kb. Por ejemplo, un helecho puede ser codificado usando 24 bits en los datos, requiriendo tan sólo 4 funciones, cada una con 6 parámetros”, Ídem.

[53] Más al respecto en http://fisicayfe.blogspot.com/2008_08_01_archive.html.

[54] Soporte teórico y práctico del socialismo adquirido a partir de una concepción materialista de la historia, desarrollada por Marx y Engels. También conocido como Marxismo.

[55] “Primer documento programático del comunismo científico; escrito por Marx y Engels, se publicó en 1848 y contiene una exposición íntegra de los fundamentos del marxismo”. DICCIONARIO FILOSÓFICO. Mark Moisevich Rosental, Pavel Fedorovich Iudin. Ediciones los Comuneros. Bogotá, Colombia. 1979. (http://www.filosofia.org/enc/ros). El Manifiesto Comunista puede leerse en línea en http://www.philosophia.cl/biblioteca/Marx/El%20manifiesto%20comunista.pdf.

[56] Más sobre las posturas socialistas de Einstein en http://www.marxists.org/espanol/einstein/por_que.htm.

[57] “Destino, concepto que expresa la noción religiosa e idealista de una fuerza sobrenatural que predetermina todos los acontecimientos en la vida de las personas. Según la mitología de la antigua Grecia, la suerte de las personas e incluso de los dioses depende de las deidades del destino o moiras (para los romanos, parcas). Con el tiempo, se empezó a representar el destino como justicia suprema, rectora del mundo (Diké, Némesis, entre los griegos). En un sentido no filosófico, el concepto de destino también se usa para expresar la conjunción de circunstancias en la vida de un individuo o de un pueblo entero”. DICCIONARIO FILOSÓFICO. Mark Moisevich Rosental, Pavel Fedorovich Iudin. Ediciones los Comuneros. Bogotá, Colombia. 1979. (http://www.filosofia.org/enc/ros).

[58] “La atmósfera está en perpetuo cambio. Teoría, experimentación y experiencia sugieren que puede no haber ningún estado atmosférico en el cual los principales sistemas de vientos permanezcan fijos en una misma posición. Hay que añadir que afortunadamente, porque si las depresiones siguiesen siempre la misma ruta, las áreas afectadas se inundarían y en el resto no habría más que desiertos. Un modelo perfecto, el conocimiento completo del estado inicial de la atmósfera y un método de cálculo exento de errores tampoco permitirían elaborar previsiones exactas con un alcance superior a una semana o dos. Hay pruebas abrumadoras de que la atmósfera es intrínsecamente inestable frente a irregularidades que actúan a pequeña escala. Así, una tormenta aislada puede afectar la evolución y la trayectoria de una gran depresión; a su vez, la tormenta podría haberse formado bajo la influencia de una insolación breve. Esto significa que, aunque los grandes sistemas meteorológicos admiten previsiones con un margen de hasta unos siete días, nada indica que sea posible elaborar previsiones detalladas más allá de este horizonte”. MICROSOFT ENCARTA PREMIUM 2009. Microsoft Corporation. Redmond, Estados Unidos. 2009.

[59] “Determinismo, doctrina filosófica que afirma que cualquier acontecimiento, mental o físico, responde a una causa, y así, una vez dada la causa, el acontecimiento ha de seguirse sin posible variación. Esta teoría niega cualquier posibilidad al azar o a la contingencia”. Ídem. “Según el determinismo mecánico, los valores de las coordenadas y de los impulsos de todas las partículas del universo, en un momento dado del tiempo, determinan su estado de manera absolutamente igual al de cualquier otro momento pasado o futuro. Esto llevó al fatalismo, coincidiendo con la fe en la predeterminación divina. El principio de incertidumbre de la mecánica cuántica puso de manifiesto la inconsistencia de dicho determinismo”. DICCIONARIO FILOSÓFICO. Mark Moisevich Rosental, Pavel Fedorovich Iudin. Ediciones los Comuneros. Bogotá, Colombia. 1979. (http://www.filosofia.org/enc/ros).

[60] “Pelagio negó la existencia del pecado original y la necesidad de bautizar a los niños. Argüía que la corrupción de la naturaleza humana no es innata, sino que se debe a malos ejemplos y hábitos, y que las facultades naturales de la humanidad no se habían visto afectadas de forma perjudicial por la caída de Adán. Los seres humanos pueden llevar vidas de rectitud moral y, por esta razón, merecen el cielo por sus propios méritos. Pelagio afirmó que la verdadera gracia subyace en los dones naturales de la humanidad, incluyendo el libre albedrío, la razón y la conciencia. También reconoció lo que llamaba gracias externas, como la ley mosaica y la enseñanza y ejemplo de Cristo, que estimulan la voluntad desde fuera, pero no tienen un poder divino implícito. Para Pelagio, la fe y el dogma casi no importan, porque la esencia de la religión es la acción moral”. MICROSOFT ENCARTA PREMIUM 2009. Microsoft Corporation. Redmond, Estados Unidos. 2009.

[61] Para los Musulmanes, los profetas Bíblicos, incluyendo a Abraham, Moisés y Noé, son profetas del Islam. Jesús es considerado también un profeta del Islam, que al igual que Mujámmad y los demás profetas, fueron hombres y no tenían ninguna esencia divina, por lo que está vedada toda forma de adoración hacia ellos. En la anécdota anterior se hace énfasis en que para el Musulmán, el hombre no puede cambiar su destino a través de sus obras. Las buenas obras tienen por fin agradar a Dios con la esperanza de alcanzar Su misericordia. Sólo si Dios quiere, Él cambiará el destino ya escrito de un hombre
.



Extracto del libro inédito "LOS TEXTOS SAGRADOS FRENTE A LAS CIENCIAS MODERNAS", por Said Abdunur Pedraza. Otros capítulos de este libro publicados:
"De Cómo la Biblia ha Cambiado con el Tiempo"

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